Holiii!♥ ¿Cómo va esta semana? Con ganas de seguir por aquí aportando cierta información y buscando ideas nuevas porque no quiero dejar de escribir a diario, y el dejarlas programadas el fin de semana me llena de satisfacción. Es el momento que aprovecho para hacer las fotos y escribir todo lo que puedo, que no es poco tiempo y trabajo la verdad.
Hoy quiero hablaros de uno de los rituales de belleza que más adoramos en nuestras rutinas, al menos yo adoro. Hay un momento entre la semana que nos gusta dedicarnos a mimarnos algo (os hablé de ello aquí). Es uno de los momentos en los cuales podemos relajarnos y aportar esa belleza que necesita nuestra piel durante unos minutos.
No es algo novedoso el poder tener estas mascarillas a nuestro alcance, sino que anteriormente todo el mundo aprovechaba los productos naturales para hacerse las suyas propias, lo que pasa que ahora mismo se ha puesto de moda una de las técnicas coreanas llamada "multimasking". Según las perfumerías Douglas esta técnica "se basa en aplicar por el rostro diferentes mascarillas faciales de acuerdo a las necesidades concretas de cada zona, para así extraer los máximos beneficios de cada una de ellas y alcanzar los resultados deseados".
Es una técnica que más de una vez he utilizado.
La mejor manera de usar una mascarilla tiene cuatro pasos muy sencillos que la mayoría conoce a estas alturas:
- Limpiar totalmente el rostro, la mejor manera de comenzar con este ritual es usar un jabón de cara y ayudarnos de las manos o un utensilio que ayude a esa limpieza en profundidad
- Antes de comenzar a aplicarnos las mascarillas tenemos que usar un tónico, como en cada rutina, para que facilite la penetración de los tratamientos y regular el Ph de la piel, lo cual es su función siempre
- Siempre aprovecho para exfoliarme la piel antes de comenzar con la hidratación o tratamiento. En mi caso suelo exfoliarme de una a dos veces por semana ya que tengo la piel mixta, así como las pieles maduras deberán hacerlo ya que las células muertas tienen menos capacidad de regenerarse y eliminarse según la piel.
- Comenzamos con la mascarilla elegida. Si es una mascarilla de bota o en tubo suelo usar un pincel de lengua de gato para ayudar con la aplicación y que llegue a todas las partes necesarias, evitando el contorno de los ojos.
Podemos elegir mascarillas según lo que nos aporten o busquemos:
- Antiedad: Debemos fijarnos en las zonas más propensas a la aparición de arrugas como ya vimos la semana pasada: contorno de ojos, labios, surco nasogeniano y la frente. Suelen tener principios activos como el colágeno, elastina, lanolina, aceites vegetales, etc.
- Hidratantes: Suelen ser las zonas con mayor deshidratación las protagonistas de estas mascarillas, así como las mejillas, la frente y la barbilla en muchos casos. Con estas mascarillas podremos retener la humedad retrasando el envejecimiento de la piel con esa hidratación y además, el ácido hialurónico del que ya hemos hablado.
- Contra las impurezas: Es la famosa zona T del rostro: cejas, nariz y barbilla en las zonas mixtas o grasas. Se puede apreciar por los poros más abiertos, granitos o puntos negros. Las características de estas mascarillas suelen ser las arcillas que contienen o barro, con ello eliminan todas las impurezas con propiedades limpiadoras y desinfectantes de sus ingredientes naturales.
- Iluminar el rostro: Puede ser causado por la fatiga, la falta de sueño y el exceso de trabajo lo cual se manifiesta en el contorno del ojos en forma de ojera e inflamación. Habréis observado ciertos parches que se suelen usar solamente en esta zona y ayudan a despejarña.
- Aspecto saludable.
Actualmente existen diversos tipos de mascarillas:
- Mascarillas "Velo": Son mis favoritas y las que más uso, con de celulosa en forma de máscara y empapadas en principios activos. Se retiran después de 20 o 15 minutos y no se aclaran, aprovechamos todo el líquido para distintas zonas u otros momentos.
- Mascarillas "Burbuja": Son mucho más extrañas, pero con este nombre ya te suenan cuáles son. Están carbonatadas y al aplicarse sobre el rostro forman una gran cantidad de burbujas que limpian el rostro en profundidad.
- Mascarillas "Efecto Sauna": Al aplicarlas sobre el rostro provocan un efecto de calor, como su nombre indica, que abre los poros y permite limpiar toda esa suciedad que hay en el interior. Proporcionan una fantástica sensación relajante y anti estrés.
- Mascarillas "Peel Off": Su textura es tipo gel, una vez se ha aplicado por todo el rostro, o las zonas conflictivas se van solidificando y al final se pueden retirar como una película gelatinosa que arrastra las impurezas, es muy curiosa.
MASCARILLAS CASERAS
Si no tenemos la facilidad de encontrar toda aquellas que queremos o, nos falta un día de relajación, siempre podemos hacerla en un momento con productos caseros.
- Para pieles secas: Debe ser de aguacate y aceite de almendras. Utiliza medio aguacate maduro, tritúralo con un tenedor y agrega dos cucharaditas de aceite de almendras. Puedes sustituir el aceite de almendras por aceite de bebé, pues es un excelente hidratante no oclusivo. Aplícala por toda la cara y déjala actuar durante 20 minutos, retírala con agua fría.
- Para pieles grasas: Debe ser de yogur y vinagre de sidra de manzana. Combina dos cucharadas de yogur natural con un cuarto de cucharadita de vinagre de sidra de manzana. Aplícala sobre el rostro y deja actuar de 20 a 30 minutos. Lava con agua tibia y termina con un poco de agua fría.
- Para pieles cansadas. A media taza de agua caliente (no hirviendo) agrega 1/3 de taza de avena en hojuelas. Deja reposar y añade dos cucharadas de yogur natural sin azúcar, dos de miel y una clara de huevo. Mezcla y aplica sobre la cara. Déjala durante 15 minutos y retira con agua fría.
¡Feliz fin de semana!