Holiii!♥ ¡Vamos a ver si podemos dejar esta semana preparados los post convenientes! La verdad que no puedo contaros más allá de lo que os dije ayer, así que vamos a ver qué rutina estoy utilizando actualmente, pasos y el por qué de cada uno, si os parece bien.
La verdad que, en esta ocasión, no quiero que os quedéis con cada una de las marcas o productos que estoy usando, porque al fin y al cabo, eso depende de los gustos y preferencia de cada persona.
Pero sí que os quedéis con los pasos esenciales y lo adaptéis a vuestra rutina o necesidades.
Por la mañana apenas tenemos tiempo, pero no podemos irnos de casa sin darle un chute de energía al rostro, porque sino, se verá totalmente apagada y cansada aunque nos acabemos de levantar.
Lo primero que hago es lavarme la cara, utilizando un jabón facial, sea el que más le guste a cada uno, pero siempre asegurándome que me quito los restos de todas las cremas de la noche anterior o, bacterias de la almohada.
Una vez que hemos conseguido tener el rostro completamente limpio, podemos comenzar a llenarlo de luz, vitalidad y energía con el resto de productos, en concreto debemos empezar con el tónico facial, para volver a regular el pH de la piel y que el resto de productos penetre perfectamente.
Parecen muchísimo pasos, pero os aseguro que en cinco minutos estamos listos por la mañana. Por ello, algo importante que debéis tener en cuenta es que cantidad no significa calidad, es decir, con un poco de producto de cada uno nos bastará para que haga efecto. Lo recomendable es usar el tamaño de un guistante, que, aunque parezca poco, si lo extendemos entre ambas manos y a toques esparcimos por el rostro, cubriremos todo y se absorberá en un santiamén.
Lo primero que hago es aplicarme el contorno de ojos, pero uno que sea fresco, refrescante, tipo gel, que me descongestione la zona de la ojera y la mirada se despierte enseguida. Además, con este tipo de texturas, se absorben enseguida.
Para más información, uso el contorno de ojos de ácido hialurónico de la marca It's Skin.
Lo uso lo primero porque es la primera capa, es decir, será el primer producto en penetrar en la zona que me interesa, antes de aplicar el resto de productos que, tendrán que esperar uno por uno a hacer su efecto.
Pasando al rostro, me apetece darle algo más de hidratación y nutrición a mi cara por las mañanas, algo que me encanta porque, al maquillarme puedo apreciar la cantidad de luz que desprende mi rostro sin necesidad de iluminador ninguno (atentos alguna vez en mis stories/facebook). Así que suelo comprarme un aceite que contenga agua, es decir, en mi caso, he encontrado un aceite bifásico que contiene agua y aceite a la vez. Con esto lo que voy a conseguir es, poder aportar más vida al rostro, pero sin ser engorroso ni aceitoso, al tener agua, se absorbe en cinco segundos (prometido).
En mi caso, uso el Rich Watery Oil de TonyMoly.
Por último podemos encontrar dos de mis productos básicos e imprescindibles en mi día a día. Comenzando por la crema hidratante, básico para poder salir a la calle o, querer maquillarme encima, utilizo la crema que más gelatinosa sea, más fluida que pueda encontrar en el mercado, dejándome una sensación fresca total y calmada. Aquí uso la Hydra Genius de L'oreal que me deja la piel como un bebé y se absorbe enseguidísima.
Y, por supuesto, no me olvido en ningún momento del cuello ni mi escote, que necesitan la misma hidratación diaria.
Cuando pensábamos que ya había acabado todo, no es así queridos. El paso más importante es el último, que se hace esperar entre todos, nuestro querido protector solar, que tiene protección del 50 y, nunca bajo de ello, ni aunque diluvie. Esto es, porque, aunque parezca que no, los rayos solares se encuentran en todas partes y, con que solo nos roce el viento, ya nos está dando en la cara. Los rayos solares son la mayor amenaza para nuestro rostro, porque provocan el envejecimiento prematuro en nuestra piel y, es horrible. Si no me creéis, buscad por Internet a personas muy muy morena y, a ver cómo tienen la piel del sol.
Aunque parezca que nos hemos tirado una eternidad, esto no lleva más de cinco minutos en el rostro, a toquecitos y despacio se absorbe enseguida. Así que yo aprovecho para irme a desayunar tranquilamente, mientras termina de absorberse todo.
Por la noche, sigo básicamente los mismos pasos, pero centrándome en aquellos productos que son más contundentes o, en caso contrario que lleven tratamiento que pueda penetrar y hacer efecto durante toda la noche.
Algo que suelo hacer es aplicarme todos los productos después de cenar, en ese caso, cuando quiera irme a dormir, los productos ya habrán penetrado en la piel. Esto es, porque, por manías personales, siento que la crema la dejo en la almohada si me acuesto enseguida, así que prefiero dejarlo actuar un poquito antes, mientras os leo o, veo alguna serie.
Os he hablado millones de veces de mis rutina nocturna de cosmética, por ello no creo que deba añadir mucho más. Algo que sí que me gustaría comentaros es que, he comenzado a añadir algunos ácidos a mi rutina para poder quitar mis marquitas de acné que me suelen salir por la barbilla, y estoy encantada. Aunque, debo advertiros que SIEMPRE debéis usar protector solar la mañana siguiente, con mucho cuidado.
En este caso, podéis ver dos productos que uso para los granitos. El Ácido láctico que me ayuda con las marcas y, el Dalacin Tópico que ayuda a prevenir el desarrollo de bacterias por toda mi barbilla y se expandan los granitos. Ambos los suelo usar casi a diario para prevenir los granitos que, con el dichoso estrés que sufro, no paran de salirme.
Otro de los productos que me tiene obsesionada es la cremita específica de labios y ojos. Prácticamente para mí es para los labios, estoy muy obsesionada porque, tengo la zona de las comisuras de los labios muy marcados, además se están agrietando y me da auténtico pánico que se me noten arrugas ya con 25 años, así que cada noche, antes de cualquier serum o crema, me aplico un poquito en los labios para evitar esas arrugas horribles.
La verdad que, en esta ocasión, no quiero que os quedéis con cada una de las marcas o productos que estoy usando, porque al fin y al cabo, eso depende de los gustos y preferencia de cada persona.
Pero sí que os quedéis con los pasos esenciales y lo adaptéis a vuestra rutina o necesidades.
Por la mañana apenas tenemos tiempo, pero no podemos irnos de casa sin darle un chute de energía al rostro, porque sino, se verá totalmente apagada y cansada aunque nos acabemos de levantar.
Lo primero que hago es lavarme la cara, utilizando un jabón facial, sea el que más le guste a cada uno, pero siempre asegurándome que me quito los restos de todas las cremas de la noche anterior o, bacterias de la almohada.
Una vez que hemos conseguido tener el rostro completamente limpio, podemos comenzar a llenarlo de luz, vitalidad y energía con el resto de productos, en concreto debemos empezar con el tónico facial, para volver a regular el pH de la piel y que el resto de productos penetre perfectamente.
Parecen muchísimo pasos, pero os aseguro que en cinco minutos estamos listos por la mañana. Por ello, algo importante que debéis tener en cuenta es que cantidad no significa calidad, es decir, con un poco de producto de cada uno nos bastará para que haga efecto. Lo recomendable es usar el tamaño de un guistante, que, aunque parezca poco, si lo extendemos entre ambas manos y a toques esparcimos por el rostro, cubriremos todo y se absorberá en un santiamén.
Lo primero que hago es aplicarme el contorno de ojos, pero uno que sea fresco, refrescante, tipo gel, que me descongestione la zona de la ojera y la mirada se despierte enseguida. Además, con este tipo de texturas, se absorben enseguida.
Para más información, uso el contorno de ojos de ácido hialurónico de la marca It's Skin.
Lo uso lo primero porque es la primera capa, es decir, será el primer producto en penetrar en la zona que me interesa, antes de aplicar el resto de productos que, tendrán que esperar uno por uno a hacer su efecto.
Pasando al rostro, me apetece darle algo más de hidratación y nutrición a mi cara por las mañanas, algo que me encanta porque, al maquillarme puedo apreciar la cantidad de luz que desprende mi rostro sin necesidad de iluminador ninguno (atentos alguna vez en mis stories/facebook). Así que suelo comprarme un aceite que contenga agua, es decir, en mi caso, he encontrado un aceite bifásico que contiene agua y aceite a la vez. Con esto lo que voy a conseguir es, poder aportar más vida al rostro, pero sin ser engorroso ni aceitoso, al tener agua, se absorbe en cinco segundos (prometido).
En mi caso, uso el Rich Watery Oil de TonyMoly.
Por último podemos encontrar dos de mis productos básicos e imprescindibles en mi día a día. Comenzando por la crema hidratante, básico para poder salir a la calle o, querer maquillarme encima, utilizo la crema que más gelatinosa sea, más fluida que pueda encontrar en el mercado, dejándome una sensación fresca total y calmada. Aquí uso la Hydra Genius de L'oreal que me deja la piel como un bebé y se absorbe enseguidísima.
Y, por supuesto, no me olvido en ningún momento del cuello ni mi escote, que necesitan la misma hidratación diaria.
Cuando pensábamos que ya había acabado todo, no es así queridos. El paso más importante es el último, que se hace esperar entre todos, nuestro querido protector solar, que tiene protección del 50 y, nunca bajo de ello, ni aunque diluvie. Esto es, porque, aunque parezca que no, los rayos solares se encuentran en todas partes y, con que solo nos roce el viento, ya nos está dando en la cara. Los rayos solares son la mayor amenaza para nuestro rostro, porque provocan el envejecimiento prematuro en nuestra piel y, es horrible. Si no me creéis, buscad por Internet a personas muy muy morena y, a ver cómo tienen la piel del sol.
Aunque parezca que nos hemos tirado una eternidad, esto no lleva más de cinco minutos en el rostro, a toquecitos y despacio se absorbe enseguida. Así que yo aprovecho para irme a desayunar tranquilamente, mientras termina de absorberse todo.
Por la noche, sigo básicamente los mismos pasos, pero centrándome en aquellos productos que son más contundentes o, en caso contrario que lleven tratamiento que pueda penetrar y hacer efecto durante toda la noche.
Algo que suelo hacer es aplicarme todos los productos después de cenar, en ese caso, cuando quiera irme a dormir, los productos ya habrán penetrado en la piel. Esto es, porque, por manías personales, siento que la crema la dejo en la almohada si me acuesto enseguida, así que prefiero dejarlo actuar un poquito antes, mientras os leo o, veo alguna serie.
Os he hablado millones de veces de mis rutina nocturna de cosmética, por ello no creo que deba añadir mucho más. Algo que sí que me gustaría comentaros es que, he comenzado a añadir algunos ácidos a mi rutina para poder quitar mis marquitas de acné que me suelen salir por la barbilla, y estoy encantada. Aunque, debo advertiros que SIEMPRE debéis usar protector solar la mañana siguiente, con mucho cuidado.
En este caso, podéis ver dos productos que uso para los granitos. El Ácido láctico que me ayuda con las marcas y, el Dalacin Tópico que ayuda a prevenir el desarrollo de bacterias por toda mi barbilla y se expandan los granitos. Ambos los suelo usar casi a diario para prevenir los granitos que, con el dichoso estrés que sufro, no paran de salirme.
Otro de los productos que me tiene obsesionada es la cremita específica de labios y ojos. Prácticamente para mí es para los labios, estoy muy obsesionada porque, tengo la zona de las comisuras de los labios muy marcados, además se están agrietando y me da auténtico pánico que se me noten arrugas ya con 25 años, así que cada noche, antes de cualquier serum o crema, me aplico un poquito en los labios para evitar esas arrugas horribles.